Flywheel: ¿Por qué Amazon dejó de usar el embudo tradicional?

Durante años, el embudo de ventas fue la fórmula clásica: atraer clientes, cerrar la venta y empezar de nuevo. Pero hoy este modelo resulta costoso y poco sostenible. Amazon lo entendió antes que nadie y reemplazó el embudo por el Flywheel, un sistema donde cada cliente satisfecho impulsa al siguiente. Este “volante de crecimiento” convierte la experiencia y las recomendaciones en la mejor fuente de nuevos negocios.

Durante años, las empresas usaron el clásico embudo: atraer clientes, cerrar una venta… y volver a empezar. Funcionaba, pero hoy cada cliente nuevo cuesta más y ese método ya no alcanza.

Amazon lo entendió muy rápido y cambió de enfoque. En lugar de “forzar” a los clientes por un embudo, creó un sistema que aprovecha cada acción de un cliente para generar más crecimiento. Ese sistema se llama Flywheel o volante de crecimiento.

¿En qué consiste este modelo y por qué empresas como la tuya también deberían considerarlo?

Fórmula base del Flywheel:

Valor al cliente ➝ Experiencia positiva ➝ Más recomendaciones ➝ Más usuarios ➝ Mayor escala ➝ Más valor ➝ Se repite

Este modelo es útil no solo para empresas gigantes. También puede aplicarse a negocios medianos que quieran mejorar su crecimiento a largo plazo. Por ejemplo, una empresa de servicios profesionales puede enfocarse en entregar una experiencia excepcional a cada cliente para fomentar testimonios, referidos y recompra. Eso, con una estrategia bien pensada, se transforma en un ciclo de atracción natural y constante.

Otra gran ventaja del flywheel es que no depende exclusivamente del presupuesto publicitario. Cuando está bien implementado, el crecimiento viene de la misma base de clientes, del boca a boca, de la repetición, de las mejoras internas. Se crea un sistema donde todo empuja a favor del siguiente paso.

Cada cliente satisfecho impulsa al siguiente.

Es como una rueda que no deja de girar: mientras más la alimentas, más rápido crece tu negocio.

Cómo empezar HOY en tu empresa

Pregúntate:

  1. ¿Qué parte de la experiencia que doy hace que un cliente quiera volver o recomendarme?
  2. ¿Estoy midiendo y mejorando esa experiencia constantemente?
  3. ¿Qué pequeños pasos puedo añadir para que cada interacción con mi empresa sume más valor?

Si oferte es una experiencia excepcional a tus clientes actuales, ellos mismos traerán a los siguientes a través de recomendaciones, testimonios o repeticiones de compra.

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